lunes, 28 de junio de 2010

Plop

Ahora ya sabes de lo que eres capaz; has podido ver que puedes realizar tus sueños.

Parecían ideas salvajes, alocadas y sin sentido que se amontonaban en tu cabeza saltando, dando pisotones y golpetazos por todos los rincones en las horas en que te entra la risa porque necesitas dormir. Pero tú, muy tímidamente al principio (te reirías si vieses tu cara desde fuera), extendiste hacia ellas tus dedos, retirándolos rápidamente cuando se producía el mínimo contacto; como si quemasen.

Poco a poco dejaron de darte tanto miedo; no eran ideas tan agresivas como el estrapalucio que las acompañaba. Ahora puedes tocarlas, acariciarlas, tomarlas en hebras y trenzar con ellas tus sueños; materializarlos en un burdo recosido; como de parche de pantalón de payaso; de colores, risas, olor a libro, caminos por andar y pompas de jabón, que aunque explotan con sólo mirarlas, provocan la satisfacción de haber sido, por un solo instante, un sueño hecho realidad. Plop.

Y ahora, cuando ya sabes lo que eres capaz de hacer, tan sólo con tu imaginación y tus manos, con tu cuerpo, tu alma y tu voluntad... ahora, dime, ¿quién te dice a ti que no?

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