No puedo evitar, desde que me dijiste que esta canción te recordaba a mí en un viaje de autobús, que ahora me recuerde a ti. No, no a ti, a nosotros.
A ese viaje de autobús, a otros viajes en autobús cruzando ríos y viendo árboles llenos de pájaros blancos, en aviones de ida, en aviones de vuelta, caminando del lado en que nos chocan los relojes, en coche mientras oímos anécdotas de obras de teatro en guarderías, en las "combis" donde siempre cabían tres más, en los remolques de furgonetas llenos de picos, palas y sacos de arroz con dibujos de negras con sacos de arroz en la cabeza, y; sobre todo; en los viajes entre risas tumbados en el sofá de casa, transportándonos el uno al otro a nuestra infancia, a momentos puntuales en los que el otro no había tenido la ocasión de estar, a esas realidades cercanas para uno y remotas para el otro, teñidas siempre de cierto matiz de exageración o fantasía para hacerlas más graciosas con el mero fin de hacer al otro sonreír.
Me recuerda a esos viajes, y también me hacen pensar en los viajes que vendrán. Ya sabes que a mí todavía me falta ir en globo, yo lo dejo caer.